Borgoña encarna la elegancia del vino francés. Sus variados terruños, sus climas meticulosamente catalogados y su estricta jerarquía la convierten en una región única. Para entender bien un vino de Borgoña, hay que conocer sus denominaciones y sus características particulares.
Los orígenes del vino de Borgoña: entre historia y tipicidad
La Borgoña vinícola se extiende de norte a sur a lo largo de casi 250 kilómetros. Este largo y estrecho territorio alberga una gran variedad de climas vitícolas. Cada clima da lugar a un vino diferente, incluso a pocos metros de distancia. Esta noción de clima no se refiere al tiempo, sino a una parcela de tierra delimitada con precisión.
El vino de Borgoña es famoso por su pureza. Los tintos proceden principalmente de Pinot Noir, los blancos de Chardonnay. Los viticultores cultivan estas variedades de uva de acuerdo con las tradiciones locales. Las diferencias de suelo, exposición y microclima influyen directamente en el sabor final.
Cuatro niveles en la jerarquía de las denominaciones de Borgoña
La clasificación de las denominaciones de Borgoña se basa en una jerarquía de cuatro niveles. Esta estructura facilita la identificación de la calidad y el origen del vino.
Denominaciones regionales
Son los más accesibles. Abarcan todo el viñedo de Borgoña. Las etiquetas suelen llevar la palabra "Bourgogne" sola o acompañada de una variedad de uva, como "Bourgogne Pinot Noir". Estos vinos ofrecen una introducción al estilo local.
Denominaciones locales
Proceden de pueblos específicos como Pommard, Meursault o Chablis. Estos vinos reflejan mejor los climas vitícolas de su terruño. El nombre del pueblo aparece en grande en la etiqueta. La calidad sube de nivel.
Les Premiers Crus
Cada pueblo tiene parcelas clasificadas como Premier Cru. El nombre del climat figura en la etiqueta, como "Meursault Premier Cru Les Charmes". Estos vinos son extraordinariamente complejos. Tienen un gran potencial de envejecimiento.
Los Grands Crus
Es la cima de la jerarquía. En Borgoña hay 33 Grands Crus, todos situados entre Dijon y Chassagne-Montrachet. Sólo llevan el nombre del clima: Romanée-Conti, Montrachet o Clos de Vougeot. Estos vinos raros son muy concentrados en aromas.
El papel fundamental de los climas vitícolas
La clasificación de los climas vitícolas de Borgoña se basa en siglos de observación. Desde 2015,la UNESCO ha declarado estos climas Patrimonio de la Humanidad. Cada parcela refleja un equilibrio único entre suelo, exposición y altitud.
En Gevrey-Chambertin, un clima produce un vino potente, otro uno más floral. En Meursault, una parcela produce un blanco mantecoso, otra más mineral. Esta diversidad crea un mosaico de perfiles gustativos.
El vino de Borgoña adquiere así una dimensión intelectual. Degustar estos vinos es como viajar por parcelas meticulosas, sentir la mano del viticultor y saborear la historia del lugar.
Algunos ejemplos emblemáticos de denominaciones de Borgoña
Chablis
Situado en el norte de la región, Chablis produce blancos crujientes y secos. La variedad de uva única, Chardonnay, se expresa en suelos ricos en fósiles marinos. Este vino es el acompañamiento perfecto del marisco.
Pommard
Este pueblo de la Côte de Beaune es famoso por sus tintos robustos. Los vinos de Pommard ofrecen aromas de fruta negra, especias y sotobosque. Algunos Premiers Crus pueden conservarse más de 15 años.
Puligny-Montrachet
Aquí, el Chardonnay alcanza nuevas cotas. Estas denominaciones de Borgoña producen blancos finos y cincelados con un gran potencial de envejecimiento. Grands Crus como Montrachet figuran entre los vinos blancos más prestigiosos del mundo.
Vosne-Romanée
Muy apreciada por sus excepcionales climas vitícolas, esta comuna produce vinos tintos aterciopelados y complejos. Es el hogar de los legendarios Romanée-Conti, Richebourg y La Tâche.
Por qué esta jerarquía influye en los precios
La rareza de los Grands Crus, el pequeño tamaño de las parcelas y el cuidado que se pone en cada botella explican sus elevados precios. El mismo vinicultor puede producir un vino regional de Borgoña y un Grand Cru, pero el terruño marca la diferencia.
Los climas mejor situados, a menudo en laderas bien expuestas, producen uvas concentradas. La vinificación sigue siendo tradicional. Pocas levaduras comerciales, ninguna técnica agresiva. El vino habla por sí mismo.
Aprenda a leer una etiqueta de Borgoña
La etiqueta de un vino de Borgoña siempre indica la denominación. Es importante señalar si el vino es regional, comunal, Premier Cru o Grand Cru. El nombre del viticultor aparece en la parte inferior, junto con la añada.
En una botella de vino Premier Cru clima, por ejemplo, se puede leer: "Beaune Premier Cru Les Teurons - Domaine X - 2021". Este vino procede de una única parcela clasificada.
Borgoña: una lección de humildad para entendidos
Detrás de cada denominación de Borgoña hay una historia, un saber hacer y un terruño que se remontan a miles de años. Ningún otro viñedo lleva tan lejos la noción de parcela. El riguroso trabajo de clasificación que se lleva a cabo hoy en día permite a todo el mundo orientarse, tanto a los principiantes como a los apasionados del vino.
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