La maduración de la carne es un proceso que intensifica sus aromas y su terneza. Al envejecer en un entorno controlado, la carne de vacuno desarrolla sabores profundos y concentrados. Estas características influyen en la elección del vino. Un buen maridaje debe tener en cuenta la intensidad de la carne y el tipo de cocción.
Los principios del maridaje entre vino y carne curada
Un vino demasiado ligero podría quedar eclipsado por la potencia de la carne. Hay que preferir los vinos con buen cuerpo y estructura tánica. La acidez también desempeña un papel fundamental para equilibrar la grasa y realzar el vino.
Los mejores vinos tintos para acompañar carnes maduras
Grands crus y carnes a la parrilla: el matrimonio perfecto
Los vinos Grand Cru de regiones vinícolas de renombre suelen ser la elección ideal. Su complejidad aromática y su potencia apoyan la riqueza de la carne madurada.
- Burdeos (Saint-Estèphe, Pauillac, Margaux): sus taninos potentes y su estructura equilibrada crean un maridaje armonioso con un entrecot maduro.
- Côte-Rôtie y Hermitage: estos vinos del Ródano aportan notas especiadas y amaderadas que son el complemento perfecto para una costilla a la parrilla.
- Barolo (Italia): Este vino, elaborado con uvas Nebbiolo, tiene una acidez pronunciada y taninos fuertes, por lo que es perfecto para acompañar carnes entreveradas.
Vinos más asequibles, pero igual de eficaces
No todos los amantes de la carne madurada buscan un grand cru. Algunos vinos ofrecen una excelente relación calidad-precio para acompañar estas carnes excepcionales.
- Madiran: con su variedad de uva Tannat, aporta una estructura robusta y taninos firmes, ideales para equilibrar la textura de la carne.
- Malbec (Cahors, Argentina): esta potente variedad de uva, con sus notas de fruta negra y especias, es el complemento perfecto para un trozo de ternera madurado a la parrilla.
- Priorat (España): Este vino rico y concentrado, en el que predominan la garnacha y la syrah, es el acompañamiento perfecto para un bistec de costilla de larga maduración.
Atrévase con el vino blanco
Aunque a menudo se recomienda el vino tinto, algunos vinos blancos tienen el poder de sublimar la carne madura.
- Chenin blanc de Loire (Savennières): con su mineralidad y marcada acidez, aporta frescura y equilibrio a la riqueza de la carne.
- Vin jaune du Jura: sus aromas de nuez y curry combinan especialmente bien con un trozo de ternera acompañado de una salsa cremosa.
- Chardonnay de Bourgogne (Meursault, Puligny-Montrachet): un vino con cuerpo, complejo, capaz de soportar los sabores intensos de la carne.
La importancia de los métodos de cocción
La elección del vino también depende de cómo se prepare la carne.
- Carne a la parrilla: opte por vinos con buenos taninos, como un Pauillac o un Malbec.
- Carne asada: un vino más sedoso, como un Châteauneuf-du-Pape o un Merlot maduro, realzará la finura del plato.
- Carne en salsa: si la carne se sirve con una salsa de pimienta o vino tinto, elija un vino con aromas especiados, como un Syrah del Ródano.
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